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martes, 4 de febrero de 2020

DIA MUNDIAL DE LOS HUMEDALES 2020 - HUMEDAL DE BOLUE. Getxo (BIZKAIA). 2-2-2020

Un año más, ilusionante y con las ganas a tope, inauguramos la agenda de actividades de este calendario 2020, con el primero de los días señalados de celebración, El DIA MUNDIAL DE LOS HUMEDALES, con la naturaleza y las aves como permanente motivo de dedicación.  Una fecha siempre clave en el almanaque conservacionista para la divulgación y sensibilización sobre la gran importancia de la protección de estos ecosistemas tan frágiles y a la vez tan fundamentales para una buena salud ecológica del planeta y de todos los seres vivos que lo habitamos.

Las actividades que se han realizado durante este fin de semana en todo el mundo referentes a  los humedales han tenido como lema: los humedales y la biodiversidad. 



Por nuestra parte, como todos los años,  nos hemos dirigido al humedal de Bolue, en Getxo para organizar en colaboración con el Aula Medioambiental de Getxo, un recorrido guiado por este pequeño paraje palustre, único ecosistema de estas características del litoral de Bizkaia.




 
 








Con aforo lleno, se inscribieron y acudieron muy interesadas a nuestro evento unas 35 personas, sobre todo familias, que con mucha atención y curiosidad escucharon todo aquello que se les fue contando,   conociendo en este caso los problemas que les causamos los seres humanos a los humedales, además de los múltiples beneficios que estos  nos aportan y la influencia en la salud ambiental del planeta y por ende de toda su biodiversidad. 

Y les indicamos,  el importante papel que cumplen estos hábitats acuáticos que a pesar del clima húmedo de nuestro territorio, son escasos en la geografía vasca. 

Por medio de su biodiversidad, los humedales son los ecosistemas que más nos ayudan a absorber los contaminantes gracias a las especies de flora palustre adaptadas a vivir en este medio,  siendo, por ejemplo, las turberas donde se llega a almacenar un 30% del carbono terrestre. 
También arrojan un dato esclarecedor que  un 40% de las biodiversidad del planeta vive y/o se reproduce en los humedales, además de otras funciones fundamentales y más si cabe, se está haciendo patente en estos últimos años en los que el cambio climático por desgracia y sus efectos se han hecho muy visibles y graves, siendo vital su conservación ya que nos protegen ante las inundaciones cada vez más devastadoras.  Por otra parte nos servimos de estos ambientes, que en muchas regiones del mundo son básicos por su aprovechamiento para el cultivo de arroz y la obtención de alimentos, como algas, pescado, etc. para nuestra propia supervivencia.



Pequeños y mayores pudieron comprobar la riqueza que atesoran estos espacios naturales que lamentablemente por el desaforado afán humano de transformar el medio ambiente y exprimir sus recursos al máximo ha llevado a la desaparición de muchos de ellos.  



De primera mano pudieron conocer la situación y estado del humedal de Bolue, la cual a nivel ecológico no es muy positiva ya que el nivel de colmatación de este pequeño embalse es considerable por la gran aportación de sedimentos que traen tanto el arroyo Larrañazubi y el río Bolue. Esto ha hecho que cada vez haya menos agua y en muchas zonas la acumulación de materia vegetal está ocasionando eutrofización con el déficit de oxígeno en el agua, poniendo en riesgo el ecosistema y a su fauna. 

Ya desde el inicio del recorrido, empezaron a conocer insitu a algunos integrantes de la avifauna del valle de Bolue.  observamos a 2 grupos de estorninos pintos (Sturnus vulgaris), petirrojos (Erithacus rubecula), mitos (Aegithalos caudatus), pinzones vulgares (Fringilla coelebs), carboneros comunes (Parus major), cornejas negras (Corvus corone), mirlos comunes (Turdus merula), escuchamos a los cetia ruiseñores (Cettia cetti), currucas capirotadas (Sylvia atricapilla) y contemplamos el vuelo del busardo ratonero (Buteo buteo) y un buitre leonado (Gyps fulvus).


 
 

Al llegar a la lámina de agua, orientamos telescopio y prismáticos en el mal diseñado e incómodo observatorio, en busca de aves acuáticas. Pudimos presenciar a una garceta común (Egretta garzetta) cuyo níveo plumaje les llamó mucho la atención sobretodo a los niños por lo mucho que destacaba, dos gallinetas comunes (Gallinula chloropus) y un zampullín común (Tachybaptus rufficollis) que se encontraba construyendo su nido y como no, el martin pescador tan esperado y que hizo tanta ilusión poder verlo.





Los peques y sus aitas observaron cómo cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo) y ánades azulones (Anas platyrhynchos) habituales del lugar paseaban en tierra y agua, y aprendieron a diferenciar a los machos de las hembras por su plumaje. Un buen momento este, también para describirles el fenómeno de la mancada y concienciarles del perjuicio que les ocasiona dar de comer pan a las aves.





Al mediodía, desde el puente sobre el Gobelas regresamos al Aula Medioambiental dando por finalizado el recorrido y la actividad.

Ya por la tarde después de un breve paseo por el muelle de Ereaga, donde contemplamos a un grupo de 23 somormujos lavancos (Podiceps cristatus), vuelvepiedras (Arenaria interpres), las habituales especies de gaviotas: (reidoras, patiamarillas, sombrias, gavión, argenteas, cabecinegra) y un solitario colimbo grande (Gavia inmer)

 
 

nos desplazamos al cercano entorno de la vega de Lamiako para aprovechar  la bajamar y su zona de limos de la ría del Nervión y poder detectar la presencia de algún limícola. 

16 vuelvepiedras, 2 andarríos chicos (Actitis hypoleucos) a los que se añadieron aves tan diferentes como azulones, el vuelo de un martín pescador (Alcedo atthis), cormoranes grandes y 3 bandadas de  gaviotas reidoras ( Chroicocephalus ridibundus) en formación rumbo a sus dormideros.



Otra buenisima jornada de observación y disfrute de las aves y la conservación de sus hábitats como eje protagonista, con unos compañeros y  un publico encantador.

Mil gracias a todos/as por asistir y por vuestro interés. Mila esker guztiei etortzeagatik eta zuen interesgatik !!!. Hurrengora arte !!


Textos y fotos: Ana Mar y J.Javier




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