En las primeras semanas de otoño, llega uno de los días destacados para nuestra organización SEO/BirdLife y señalados en el calendario por tratarse de un día internacional: el Día Mundial de las Aves que se celebra simultáneamente en todo el planeta el primer fin de semana de Octubre, organizándose multitud de eventos siempre en torno a la concienciación, sensibilización y conservación de las aves y sus hábitats.
Al igual que en el núcleo de SEO/BirdLife en Madrid, para todos sus Grupos Locales es un día importante, de disfrute y muy gratificante en el que en todo el territorio nacional se tienen preparados numerosos programas de actividades: ya sea de educación ambiental, con talleres familiares, observación de aves, cursos, sesiones de anillamiento científico, cine-forum, recorridos ornitológicos, salidas guiadas, etc..
Dada la singularidad de nuestro grupo que abarca 2 provincias (en este caso 2 territorios históricos), dedicamos un fin de semana a Álava/Araba y otro a Bizkaia. Este fin de semana previo al Día de las Aves la actividad tocaba en tierras alavesas.
Organizamos
un recorrido de observación ornitológica por las colas del embalse de
Ullibarri-Gamboa, en concreto la que corresponde al Parque Ornitológico
de Mendixur.
A
las 10:00 h. nos dimos cita en su parking, en un día que amaneció con
ligera niebla y temperatura fresca pero que ya en plena campiña el cielo
se despejó ganando un cromatismo azul brillante y un calor agradable
para el paseo.
Franqueamos
la puerta de entrada e iniciamos el itinerario habitual de otras
ocasiones, primeramente por la senda "Errekabarri", que lleva hasta el
observatorio "Los Carboneros", una mole de hormigón de una arquitectura
que rompe totalmente con el paisajismo del entorno.
Desde
este peculiar mirador, en una primera mirada mientras orientábamos los
telescopios, ya percibimos que la observación iba a dar mucho de si. En
la parte menos profunda de las colas del embalse, proliferaban multitud
de aves acuáticas, grupos numerosos de varias especies: de la familia de
las ardeidas: 9 garcetas grandes (Egretta alba), 10 garcetas comunes
(Egretta garzetta), 3 garcillas bueyeras (Bubulcus ibis), 30 espátulas
(Platalea leucorodia), 11 garzas reales (Ardea cinerea); representando a
la familia Laridae: 10 gaviotas patiamarillas (Larus michahellis), 25
gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus), 5 gaviotas sombrías
(Larus fuscus);
anátidas
como ánades azulones (Anas platyrhynchos), cucharas comunes (Anas
clypeata), ánades frisos (Anas strepera), porrones europeos y porrones
moñudos (Aythya ferina) y (Aythya fuligula), respectivamente, ánsares
comunes (Anser anser); zampullín común (Tachybaptus rufficollis) y por
supuesto somormujos lavancos (Podiceps cristatus), una de las aves más
numerosa de este humedal, nadando un grupo de 244 individuos, que fueron
contados uno por uno y varias
veces
según se iban desplazando y cuyo censo siempre arrojaba datos de más de
2 centenares de ejemplares, entre los que se encontraban varios
individuos jóvenes.
Otras
aves también muy comunes a este humedal artificial de interior se
congregaban juntos en varias zonas, como los 145 cormoranes grandes
(Phalacrocorax carbo) que censamos. La otra especie más abundante del
embalse de Ullibarri-Gamboa es la focha común (Fulica atra) cuya
estadística de observación ofrecía unas cifras tan destacadas como las
de los somormujos, unos 113 ejemplares en Mendixur.
Del
resto de observaciones, también interesantes, la lista es la que sigue:
petirrojo (Erithacus rubecula), martín pescador (Alcedo atthis),
alcotán europeo (Falco subbuteo), cigüeña blanca (Ciconia ciconia),
buitres leonados (Gyps fulvus), urracas (Pica pica),cornejas negras
(Corvus corone), busardos ratoneros (Buteo buteo), cetia ruiseñor
(Cettia cetti), serines verdecillos (Serinus serinus), y jilgueros
europeos (Carduelis carduelis).
Tras
un largo rato, salimos del observatorio, para dirigirnos al segundo,
situado orientado a las aguas abiertas del embalse. Desandamos unos
metros la senda Errekabarri, para tomar la senda "Biributxi", que en 1
Km. llega hasta el observatorio "Los buceadores", construido en madera,
aspecto más convencional e integrado en el entorno. Desde aqui fuimos
viendo como el nutrido grupo de somormujos se iba desplazando hacia
aguas abiertas, pasando varias veces delante de nosotr@s, hecho que
aprovechábamos para censarlos nuevamente y comprobar el conteo.
Los
cormoranes y las espátulas también se arremolinaban en pocos grupos
pero numerosos y con ellos, las garcetas grandes y las comunes. La
visión más llamativa fue la de 3 hembras de aguilucho lagunero
occidental (Circus aeruginosus), que permanecían en una porción de
terreno junto a la orilla, tratando de asir con sus garras el cadáver de
una gaviota, que flotaba en el agua a un metro escaso de ellas.
Hacia
las primeras horas de la tarde volvimos al parking para desplazarnos un
poco más allá, a otro litoral del embalse, al cercano Parque de Garaio,
una zona recreativa de esparcimiento, pero desde la que también se
puede observar la avifauna, tanto acuática como la de los quejigales
cercanos.
Permanecimos
poco tiempo, ya que teníamos otra tarea que realizar ese día y que era
retirar nuestra exposición fotográfica "Alas en el objetivo", del Centro
Civico Salburua y colocarla en el de Judimendi.
Plantamos
los telescopios en la orilla de Garaio volviendo a avistar a
somormujos, fochas, gaviotas, cigüeñas, garcetas y ánades. para al poco
tiempo regresar y dar por finalizado este recorrido de cuyas
observaciones colgaríamos en la plataforma Ebird para compartir con
tod@s sus usuari@s y que nuestras observaciones queden registradas y
puedan servir para realizar estudios de la población de las aves de
estos hábitats.