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lunes, 19 de abril de 2021

EL VENCEJO COMÚN, - Los acróbatas del aire. Ave del año 2021

 Nuestro compañero J.Javier nos cuenta

 

 Vencejo común (Apus apus). Sorbeltz arrunta.

Orden: Apodiformes. Familia: Apodidae. 17 cm. Long.


Con este capítulo doy por completada la divulgación de este triunvirato de especies de aves dominadoras del aire e insectívoros empedernidos. Pero a este último integrante de la terna, lo único que le une con golondrinas y aviones es compartir hábitat y dieta pero no parentesco, momento que aprovecho para desgranar sus particularidades anatómicas y fisiológicas que le hacen pertenecer a un orden distinto, los apodiformes, (en latín ápodos: a: sin, podos: pies). Y es que aunque no carece de extremidades, sus patas son muy cortas y sus 4 dedos de cada pie muy pequeños todos situados hacia delante y con fuertes garras que le permiten asirse a las cornisas, tejados y huecos de los edificios donde cría. 


Como sus compañeros de espacio aéreo, tiene un cuerpo enormemente aerodinámico de gran capacitación para el vuelo, con largas alas en forma de hoz o de guadaña, alcanzando una envergadura de unos 45 cm. Son aves de coloración marrón oscura tornando a tonos grisáceos-negruzcos en parte posterior de las alas, cabeza y cara. Más patentes en los jóvenes que en los adultos, presenta flecos blancuzcos en las plumitas de la cabeza. En vuelo no es posible identificar machos y hembras ya que los dos sexos tienen el mismo aspecto y coloración.


Si por algo se diferencian claramente los vencejos del resto de especies del planeta, es por ser las únicas aves que pasan las 24 horas del día y prácticamente toda su vida en el aire. Todo lo hacen volando, comen, copulan y hasta duermen en el aire. Solamente se posan para la puesta y cría de los pollos. Son auténticos reyes del vuelo acrobático, realizando multitud de escorzos, giros, tirabuzones, picados y a gran velocidad; de hecho son unas de las aves que alcanzan mayor velocidad en vuelo horizontal, cerca de los 200 Km/h. Es bastante gregaria siendo habitual ver sus vuelos por encima de los tejados y en lo alto de nuestro firmamento urbanos cruzándose en la trayectoria de otros individuos pilotando sus acrobacias con habilidad y sin chocarse. Estas especiales dotes para el vuelo les permite atrapar al plancton aéreo, es decir : los diminutos insectos, tales como mosquitos, moscas y hormigas león con la boca abierta barriendo el cielo. Éstos son la base de su entomóvoro pero variadísimo menú, ya que atrapa varios centenares de especies de insectos, a excepción de los que posean aguijón y a ser posible que no pasen de alrededor de 1 cm de longitud. ¡Todo un sibarita ¡.

Como expliqué en el anterior capítulo , los vencejos comunes son, de los tres, los que más tarde llegan. A la Península llegan hacia marzo y pudiéndose ver los ejemplares que crían en los territorios de la geografía vasca entre mediados de abril y mayo, aproximadamente. Por el contrario, los vencejos son los primeros en poner rumbo hacia tierras del sur de África, empezando a emprender la migración en torno al mes de julio.
Anualmente participo en el programa de censos SACRE (Seguimiento de Aves Comunes Reproductoras de España), organizado por SEO/BirdLife, realizando dos itinerarios de seguimiento que tengo asignados por la cuadrícula de coordenadas geográficas UTM en la que se sitúa Vitoria-Gasteiz . La metodología es sencilla: 20 estaciones de observación y escucha distantes entre cada una y la siguiente 500 m. , aprox., en las que durante 5 minutos hay que anotar todas las especies de aves que detectemos e identifiquemos mediante su avistamiento o por su canto tanto dentro como fuera de un radio de acción de 25 m. Pues bien, año tras año he observado y anotado la presencia de estas aves en mi cuaderno de campo y en su aplicación informática correspondiente y siempre en la misma estación: el punto que sitúo a la altura de Gamarra Mayor.




Los que hemos pasado muchos veranos de nuestra infancia en los pueblos de nuestros padres y abuelos podemos evocar esas largas jornadas vacacionales de juegos y aventuras en la calle y en el campo y hasta los ratos de dejar pasar el tiempo sin preocupaciones abandonándonos a la sana costumbre de echar la imaginación a volar, mientras mirábamos absortos los vuelos de estas increíbles aves. Y es que especialmente al caer la tarde cálida de los días bien entrado ya el estío, cuando las nubes de mosquitos hembra se empiezan a dar un banquete a picotazos con la supuesta “sangre dulce” de los humanos.

Los protagonistas que compartían esta escena desde el firmamento, que muchos recordamos hoy con ternura y nostalgia, desafortunadamente ya no son tan abundantes y por tanto tan comunes como su apellido indica. Al igual que sus compañeros aéreos ,-golondrinas y aviones-, sufre los mismos problemas que le causa la acción humana. El estado de emergencia por el cambio climático que llevamos viviendo desde hace unos cuantos años, los insecticidas y pesticidas usados en la agricultura intensiva, muchas veces indiscriminadamente que han reducido considerablemente la cantidad de insectos, su única fuente de alimento y sobre todo la pérdida de muchos de sus nidos y lugares donde criar a causa de su destrucción en las reformas de los edificios urbanos, además de la arquitectura moderna de las viviendas en las que no encuentran huecos donde posarse y llevar a cabo la puesta y crianza de los pollos han llevado al vencejo común a una situación de fuerte descenso poblacional. Según los datos que aporta SEO/BirdLife en sus censos y programas de seguimiento, esta especie ha perdido un 27,2 % de su población en los últimos 22 años.

Estas elocuentes cifran han llevado a que la organización estableciera que el vencejo común formara parte de la lista de especies para su elección como Ave del año 2021. Finalmente en enero después de la votación en la que hemos participado los socios y socias de SEO/BirdLife, salió como la más votada, superando a las otras especies finalistas (Aguilucho cenizo y alcaudón real, que curiosamente comparten algunas de las amenazas que les afectan, con los vencejos).  



Dentro del problema de realizar obras de rehabilitación de edificios coincidiendo con la época de crianza de los pollos, se dan con frecuencia situaciones en las que por la reforma del tejado o el sellado de los huecos, se acaba cerrando la entrada a los nidos impidiendo a los progenitores el acceso hasta sus crías, llegando a perecer los pollos. Después de alrededor de un mes y medio alimentándoles, los pollos se enfrentan a sus primeros vuelos. Es en estas ocasiones es habitual que salten del nido huyendo del calor que se forma en el interior de los nidos, o que se caiga del nido antes de aprender a volar, también puede ocurrir que se choquen o se accidenten con cualquier obstáculo ya sea de los edificios, el arbolado o cables acabando por caer al suelo. Los vencejos son aves que no pueden despegar el vuelo por si mismos, por eso si nos encontramos un pollo en el suelo, debemos llamar o llevarlo a un centro de recuperación de fauna (en Álava, al Centro de Recuperación de Martioda), para allí alimentarlos adecuadamente y cuando recuperen la energía y fuerza necesaria, sean capaces de volar, liberándoles para que emprendan el vuelo a una altura aceptable.


En relación a sus problemas para encontrar cobijo para criar, tanto para éstas como para otras aves urbanas que anidan en las ciudades y como objetivo de dar a conocer la situación de nuestros vecinos alados, intercambiar impresiones y presentar sinergias e iniciativas, se organizó hace en 2018 en Vitoria-Gasteiz un simposio sobre biodiversidad en edificios en el que varios compañeros de SEO/BirdLife que trabajan en temas de conservación , además de ponentes de otras asociaciones impartieron diversas charlas divulgativas sobre las diferentes especies (no solo aves) que crían y habitan en los tejados de los edificios de nuestras ciudades y los problemas que se encuentran a la hora de establecer sus lugares de anidamiento, tal como he mencionado antes y presentar los estudios que se están realizando en este campo y qué soluciones se pueden plantear para contribuir a su conservación y que su presencia no la considere la ciudadanía como un problema.


A estas interesantes charlas acudieron además de biólogos, constructores, técnicos y arquitectos. Los compañeros, Miguel Ángel García Grande, arquitecto y compañero miembro del Grupo Local SEO-Segovia y Beatriz Sánchez, bióloga responsable del Programa de Biodiversidad Urbana de SEO/BirdLife dieron a conocer en su charla las diferentes reformas y obras de rehabilitación que se han ido realizando en diversos edificios, algunos de ellos patrimonio monumental, de la ciudad del Acueducto. En esa y en otras ponencias se puso de relieve las iniciativas de conservación para posibilitar e incrementar las poblaciones de las especies urbanas y las diferentes soluciones que se están llevando a cabo en España y que en varios países del resto de Europa llevan años dando pasos facilitando la crianza y recuperación de la biodiversidad urbana trabajando conjuntamente Administraciones Públicas, biólogos y constructores elaborando soluciones como la de implantar nidos artificiales en los tejados y en la fachada de los edificios, insertados en los ladrillos, que está dando muy buenos resultados para las poblaciones de vencejos consiguiendo con ello su aumento y colonización.

 


J.Javier Frias


Grupo Local SEO Betsaide (Alava/Araba y Bizkaia)
 
 

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