Acabado el maremagnum de la recién concluída Cumbre por el Clima COP25, lamentablemente solo queda el eco de su difusión por los medios de comunicación ya que la conclusión ha sido una vez más - y van ya demasiadas- muy decepcionante. Con las autoridades gubernamentales y élites empresariales de las grandes corporaciones, quedándose solamente en el intento de solucionar los grandes problemas medioambientales y aplazando las medidas drásticas a tomar contra la amenaza inminente y palpable que se nos viene encima.
Desgraciadamente la situación ya ha llegado a un punto irreversible.
Por ello, a las/los ciudadanas/os de a pie, nos toca seguir luchando y poner nuestro granito de arena, aunque nos parezca tan modesto y tan pequeño ante la inmensidad del reto que se plantea a la especie humana para salvar nuestro bello y maltrecho planeta azul, no lo es cuando son tantos los granitos de arena que se ponen.
Ante esto desde nuestro grupo seguimos arremangándonos y poniéndonos manos a la obra organizando otra jornada de voluntariado enmarcada en el Proyecto LIBERA 1m2, para retirar basuraleza y limpiar de residuos, inmundicias y microplásticos el entorno natural.
Aunque las áreas que tocaba en esta edición consistía en los montes, campo y bosques, repetimos visita a la playa de La Arena, que comparten los municipios bizkaitarras de Muskiz y Zierbena. No dejamos de lado , los ecosistemas interiores a los que nos referíamos, pero empezamos en la playa ya que recibimos el interés de colaborar de varias asociaciones como "Olas sin plástico","Basq Company", y también algunos comercios de la ciudad de Barakaldo como "Bizislow", "Bizigranel" y "Frussurf" que querían aportar y sumar su esfuerzo en limpiar ésta, una playa muy frecuentada.
Acudieron a nuestra cita, unas 81 personas, muchas de ellas, familias con niñxs que se mostraron muy dispuestos a retirar basuraleza de la playa.
La primera impresión era su aparente perfecto estado y más si cabe, después de haber pasado los tractores de los equipos de limpieza. Pero hay un tipo de residuos que no consiguen retirar las maquinas, y se lo mostramos a los voluntarios: son los temidos microplásticos: es decir, las partículas pequeñas en que se van degradando los materiales plásticos y que tantos peces ingieren y que después consumimos, con lo que acaba llegando a la cadena alimentaria y que a la larga acabará ocasionando problemas de salud pública.
Los microplásticos que encontramos habían llegado hasta la playa por efecto de las mareas y en este caso abundaban bolitas blancas de poliexpan, restos de piezas de embalaje que por las corrientes marinas se habían desprendido en miles de trozos.
Los niñas/os con sus aitas se pusieron manos a la obra a filtrar la arena con ayuda del tamiz que tantos microplasticos estás consiguiendo quitar de las playas, y con el que facilmente recogieron multitud de estas nocivas partículas de "corcho blanco".
Después de un par de horas de exhaustiva recogida, el resultado obtenido era desagradablemente sorprendente: cientos de colillas, envases, envoltorios, redes, cuerdas, trozos grandes de palets y un sinfin de los citados microplásticos.
Un resultado del que reflexionar y sacar conclusiones y darse cuenta que el ser humano es la auténtica plaga del planeta, la especie que ha llevado a la Tierra a esta dramática situación.
Todxs lxs presentes, comprendieron la gravedad del problema y sobre todo les hicimos ver que además de reciclar, es todavía más importante no tirar nada de basura a la naturaleza y reducir el consumismo feroz intentando alargar la vida útil de los productos e intentar reutilizarlos, dándoles un nuevo valor.
Una vez pesados los residuos y depositados en los contenedores correspondientes, nos desplazamos a las marismas del Barbadún y a lo largo de su ría, para realizar la limpieza de la zona de campo.
Este entorno ha mejorado mucho su aspecto y se han realizado diversos trabajos de recuperación y en él hemos realizado algunas jornadas de voluntariado como la que nos ocupa. Es para alegrarse, que cada vez esté más limpio . De todas formas por el tránsito de paseantes, deportistas y gente con mascotas, todavía encontramos ejemplos de basura arrojada como latas, bolsas y otros envases.
Por ello no conviene bajar la guardia y dejar desatendido el medio natural ya que el impacto de las acciones humanas no cesa.
Por nuestra parte y la de las/os colaboradorxs que vinieron a echar una mano en el cuidado del entorno natural, cumplimos la misión que nos propusimos, sabedores que seguiremos luchando por dejar un mundo mejor para las generaciones venideras.
Texto y fotos: Ana Mar y J.Javier
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