Este domingo aprovechando la celebración del Día Mundial de la Vida Silvestre hemos colaborado en una nueva actividad con el Aula Medioambiental de Getxo- Getxo Ingurumen Aretoa dentro de su programa de actividades de educación ambiental.
Para este día preparamos un taller infantil, dirigido a niñas/os y sus familias donde tuvieron la oportunidad de aprender a elaborar comederos naturales destinados a las aves, y posteriormente disfrutar de un rato de observación de las aves del entorno, tanto desde los ventanales del Aula Medioambiental como en el exterior.
La actividad de este día les iba a resultar una manualidad peculiar a nuestros "txikis" participantes y sus aitas y amatxus: hacer de reposteros aprendiendo a elaborar unas curiosas galletas para aves, mediante una sencilla receta creando un alimento altamente nutritivo para las pequeñas aves passeriformes que viven en los parques, jardines y bosques y así de esta manera poder ayudarles a sobrevivir a las gélidas temperaturas del invierno ante la dificultad de encontrar su alimento más habitual, que son los insectos, por lo que cambian en estos meses su dieta por otra más energética y calórica. Energía que les aportan los frutos secos y las semillas..
Como buenos pinches de cocina, estuvieron muy atentos a nuestras explicaciones de como realizar paso a paso esta golosina para las coloridas e inquietas avecillas:
Para su elaboración les enseñamos y ayudamos a mezclar adecuadamente sus ingredientes, consistentes en manteca de cerdo, frutos secos y semillas sin sal y alpiste. avena y fruta.
Las/os niñas/os y sus aitas pudieron comprobar después de un rato con los utensilios en la masa, como de manera tan sencilla pueden ayudar a las aves a alimentarse y poder pasar el invierno con las reservas de energía repletas.
Aprendieron también que estos avituallamientos de comida los pueden colocar colgados en las ramas de pequeños árboles o arbustos, en jardines, parques o también en jardines o huertas de sus familiares, pero siempre es importante tener en cuenta unos consejos para que las aves que acudan se puedan alimentar con seguridad y sin peligro de que algún depredador les pille desprevenidos:
1- Colocar o colgar la galleta de manteca en una rama o un lugar con la suficiente altura para que no les alcancen depredadores ni mascotas.
2- Colocar cerca de alguna zona encharcada o con agua, para que las aves puedan acceder a algún bebedero.
3.- Retirar de dar la galleta cuando termine el invierno. Esto es muy importante ya que las aves no deben acostumbrarse a ser alimentadas por el ser humano. Esto las haría vulnerables y acabarían perdiendo su instinto natural de supervivencia, búsqueda de alimento y sentido del riesgo ante depredadores.
La Naturaleza, como siempre es sabia y debe seguir su curso.
De seguido pusimos un poco a prueba sus habilidades tratando de identificar a las aves que serán los posibles comensales de estas especiales golosinas. Aves todas ellas muy comunes y conocidas pero no tanto para la gente menuda, que poco a poco empieza a reconocer las especies que viven a nuestro alrededor.
La parte final de nuestra actividad es poner en práctica lo preparado y por ello les mostramos como poner la comida en los árboles y arbustos, colocando unos trozos de masa con tropezones en los retoños del jardín del Aula para luego esperar dentro a ver si se acercaba algún pajarillo goloso.
Mientras no perdían ripio, esperando que alguna criatura alada, fuese a por el almuerzo, les explicamos cómo y qué datos anotar en las observaciones de la fauna y flora en una herramienta muy interesante y útil para toda/o amante de la naturaleza que se precie: el cuaderno de campo.
Nuestro compañero ilustrador J.Javier Frías, les fue mostrando algunos de sus cuadernos de campo, para que vieran un ejemplo de este tipo de estudio particular que se puede elaborar de las salidas a la naturaleza.
Resulta fundamental para un buen seguimiento de las observaciones, anotar la fecha, hora y clima de cada salida y aporta una visión muy interesante y completa para el aprendizaje de una determinada zona, acompañar los textos con dibujos sencillos y la lista de especies observadas tanto de fauna como de flora.
Pero a toda la teoría le corresponde una práctica y por eso, en el parking del Aula, les planteamos un rato de observación ornitológica, pudiendo avistar busardos ratoneros (Buteo buteo), petirrojo europeo (Erithacus rubecula), herrerillos comunes (Cyanistes caeruleus), carbonero común (Parus major), jilgueros europeos (Carduelis carduelis), gorriones comunes (Passer domesticus), curruca capirotada (Sylvia atricapilla), mosquitero común (Phylloscopus collybita), cetia ruiseñor (Cettia cetti), pito real (Picus viridis), estorninos pintos (Sturnus vulgaris), ánade azulón (Anas platyrhynchos) y gaviota patiamarilla (Larus michahellis).
Tras una agradable mañana nos despedimos de tod@s agradeciéndoles su interés y participación y decidimos dar un paseo por el humedal de Bolue. Sin embargo, un adorable y simpático personaje nos iba a hacer aparcar esta idea:
Una señora al vernos en el puente sobre el río Gobelas, nos llamó para pedirnos ayuda. Había encontrado un ejemplar de erizo (Erinaceus europaeus), que se hallaba atrapado en una valla.
Como se puede apreciar en la imagen, se trataba de un corpulento individuo adulto, que seguramente dadas las costumbres nocturnas de esta especie, estaría buscando comida de noche y se topó sin saberlo, con una valla con huecos muy estrechos que le estaban impidiendo el paso y asfixiando. Por suerte todavía estaba vivo, pero muy estresado y débil.
Intentamos ensanchar el hueco forzando los barrotes pero fue en vano, así que no tuvimos más remedio que llamar a la Policia Municipal de Getxo. Ante nuestro aviso, trajeron una cizalla para poder romper los barrotes y liberar al asustado animal, que en cuanto le recogieron se acurrucó haciéndose una bola de punzantes púas.
Afortunadamente entre todos y gracias a la celeridad de los agentes, pudimos rescatar a "nuestro Púas".
Sin perder un momento, decidimos llevar al simpático erizo en una caja que muy gentilmente nos dieron los agentes, al Centro de Recuperación de Fauna, situado en Górliz donde allí lo recogieron para cuidarlo y darle suero unos días hasta liberarlo en la campiña.
El veterinario encargado del centro, nos recibió muy amablemente y tuvo el detalle de enseñarnos algunos de los animales que se estaban recuperando allí, como una pareja de ciervos comunes (Cervus elaphus) y 9 lechuzas comunes a las que observamos sin molestarlas, desde fuera de su habitáculo.
Con las últimas luces del atardecer sobre la playa de Gorliz, concluimos con un inmejorable sabor de boca y muy contento/as de haber rescatado con vida al precioso espinete. Un final feliz y perfecto.
Textos: Ana Mar Montoya y J.Javier Frías
Fotos: Ana Mar Montoya.
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