Como 2ª actividad de nuestro planning de celebración del Día de las Aves 2018, y también en colaboración con el centro CIHMA -Luis Choya Almaraz- de El Regato, como en otras muchas ocasiones dentro de su programa de actividades mensuales "Igandero", organizamos un taller de creación de huellas.
Planteamos este taller de manera similar al que realizamos en el mes de Julio pasado en las fiestas de Barakaldo: enseñar a los niñ@s y sus familias los pasos a realizar para extraer una copia con escayola, de las huellas de animales que se pueden encontrar en cualquier paseo por la naturaleza, y en especial la huella de nuestra ave del año 2018- La lechuza.
En este día tan especial, en el que las protagonistas son "LAS AVES", dispusimos de un buen decorado incluyendo junto a los posters de SEO/BirdLife, nuestra banderola y demás material expositivo, los paneles de fotos de nuestro añorado compañero Pedro Pérez (fallecido escasos días antes), lucieron bonitos, compañero!!!
Como introducción a la manualidad, les presentamos y explicamos de manera breve y sencilla las características básicas del Ave del año 2018: la lechuza común (Tyto alba) su hábitat, alimentación y amenazas. Todo esto por ser la protagonista de nuestro taller ya que el objetivo era crear copias de sus huellas en arcilla y escayola. La arcilla sería lo que se llama el "positivo", es decir, el molde donde verter la escayola, que es el "negativo".
Repartimos a cada niño/as una porción de arcilla para que la amasaran dándole una forma plana y aconsejándoles que es importante que tenga un cierto grosor, que no sea fina, para evitar que al imprimir la huella de resina, la arcilla se agriete y se rompa.
Al igual que en la primera edición de nuestro taller, como no disponemos de huellas reales de lechuza, utilizamos huellas fabricadas en resina, que nos permiten hacer la impresión en arcilla muy facilmente y creando un molde perfecto para la copia en escayola.
Una vez bien amasada y aplanado el trozo de arcilla, mostramos los pasos a seguir para la obtención de una buena masa de escayola, usando nada más que escayola y agua. Hay que añadir la cantidad justa y proporcional de agua según la cantidad de escayola que cojamos y sin dejar de remover hasta obtener una mezcla muy cremosa y ligera teniendo mucho cuidado de que no espese antes de tiempo. La textura que debe tener la masa para poder verterla en el molde se asemeja a las natillas, ligeramente líquidas.
Explicamos a los niño/as y sus familias lo fundamental que es tener en cuenta ésto ya que la escayola tiene la particularidad de que espesa muy rápidamente, (unos 10 minutos) y en cuanto tengamos la mezcla cremosa hay que verterla inmediatamente en cinturón de cartulina que hay que colocar una vez amasada la arcilla y formada la huella.
En menos de una hora los niño/as pudieron ver el resultado de su huella impresa en escayola y llevársela de recuerdo a casa. Una manera sencilla de tener en casa una pequeña muestra de naturaleza sin agredirla y de este modo también conocer los animales que habitan o merodean por un determinado lugar.
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