Páginas

domingo, 15 de abril de 2018

CELEBRACIÓN DIA DEL SOCIO DE SEO-BIRDLIFE. SALIDA ORNITOLÓGICA AL PARQUE NATURAL DE IZKI. Senda Ullibarri - Roble Gordo. 14 de Abril 2018


Este fin de semana celebrábamos el día del socio de SEO/BirdLife y previa a la celebración del domingo, este sábado teníamos organizada una salida ornitológica guiada por el Parque Natural de Izki, concretamente un itinerario partiendo desde el pueblo de Korres por la ruta de la senda Ullibarri hasta llegar al "Roble Gordo", un monumental ejemplar de roble marojo (Quercus pyrenaica).

Como excursionistas interesados vinieron unas cuantas personas procedentes de La Rioja y también simpatizantes de nuestro grupo, procedentes de Vitoria, que ya han acudido más veces a nuestros recorridos. 

Nos congregamos en el parking del parketxe de Izki, en Korres para de la mano de nuestro compañero J.Javier, guiar la excursión y hacer un poco las veces de anfitrión aprovechando que está realizando sus prácticas de educador ambiental en este muy interesante centro de interpretación del P.N de Izki y empezando a conocer bien el este valioso espacio natural y siendo testigo y aprendiendo de primera mano el trabajo de conservación y educación ambiental que se realiza allí.

Antes de empezar a caminar entramos al parketxe para mostrarles en unos pocos minutos los dioramas y recursos interactivos que posee su exposición permanente para que los visitantes tengan una visión esquemática y gráfica de la biodiversidad del espacio natural.








Ya en el exterior y ante el panel interpretativo que muestra el mapa del parque, una introducción básica de los valores ecológicos de este importante parque natural de algo más de 9100 ha. y cuyos pilares fundamentales en cuanto a importancia ecológica residen en que atesoran dentro de su variada biodiversidad, a 4 especies singulares y por las que es merecedor de sus diferentes figuras de protección como Parque Natural integrado en la Red Natura 2000, LIC (Lugar de Interés Comunitario), ZEC (Zona de Especial Conservación) y ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves).

Estas 4 especies son: 

El roble marojo o melojo o rebollo o tocorno (Quercus pyrenaica), que es el tipo de árbol por excelencia de Izki, formando el marojal más grande y mejor conservado de toda Europa. Este jóven bosque que también alberga muchos ejemplares viejos ocupa un tercio de la superficie del parque, unas 3000 ha. y es el hogar de las otras 3 especies, en ese caso de fauna.

El pico mediano: sin lugar a dudas es el otro símbolo del parque y el ave emblema de Izki. Este pájaro carpintero de escasa población en la Península y que se encuentra en peligro de extinción a nivel nacional (catalogado como vulnerable en el País Vasco), tiene en los bosques de Izki la mayor población de todo el territorio peninsular (un 30 %).  Este esquivo pájaro carpintero realiza un nido nuevo cada año y elige casi siempre los marojos viejos y maduros e incluso muertos cuya madera más quebradiza les resulta más fácil de horadar.

El 3º habitante importante del melojar es el murciélago de Bechstein o murciélago ratonero forestal, igualmente amenazado que el pícido, se refugia y anida en los nidos viejos abandonados por el pico mediano y precisa para su supervivencia robledales como éste en excelente estado de conservación y con abundancia de pequeñas charcas ya que para poder producir más leche y amamantar a sus crias, después de alimentarse devorando insectos precisa beber agua.

Por último y hablando de charcas, nuestra 4ª protagonista es la rana ágil, un anfibio endémico, es decir, solamente es propio de los territorios de Álava, La Rioja, Navarra y N. de Burgos. Está también amenazada y su población es escasa y habita las pequeñas charcas del marojal y otros bosques de Izki, para desovar y alimentarse.


Tras esta explicación introductoria, de forma resumida y esquemática nos pusimos en marcha. Durante el camino hicimos 4 paradas divulgativas en las que fuimos explicando con más detalle los pormenores y características de su fauna y flora y los secretos que atesoran las criaturas y paisajes de esta joya de la naturaleza alavesa.



Por supuesto no quisimos que fuera una clase teórica sin más, sino un disfrute participativo observando a las aves que fuimos detectando y aliñando con estas necesarias e interesantes "píldoras" informativas para que interpretaran el entorno y su riqueza natural.

Antes de venir aconsejamos a las personas que se apuntaron a nuestra salida, que llevaran calzado adecuado para el agua, ya que en las 2 últimas semanas había llovido e incluso nevado una buena capa, hacía escasos 3 días y habiendo inspeccionado la ruta previamente por nuestro compañero, comprobó que había alguna balsa y mucho barro. 

Pero este inconveniente no intimidó a nuestros animosos excursionistas, entre los que venían dos familias con niñ@s y que se fijaron mucho en huellas, aves, insectos y otros detalles que les dieron curiosidad.

Hicimos las paradas previstas en determinados puntos de la senda Ullibarri, para explicar datos y curiosidades de la también diversa flora forestal ya que aunque el marojo es el árbol predominante, también hay espacio para hayas, robles comunes, abedules, encinas, quejigos, alisos, castaños y enebros.

Las aves no se hicieron de rogar y aparecieron y cantaron sobretodo un buen número de especies passeriformes como colirrojos tizones (Phoenicurus ochruros), gorriones comunes (Passer domesticus), aviones comunes (Delichon urbicum), golondrinas comunes (Hirundo rustica), carboneros comunes (Parus major), herrerillos comunes (Cyanistes caeruleus), pinzones vulgares (Fringilla coelebs), escribanos soteños (Emberiza cirlus), chochín (Troglodytes troglodytes), currucas capirotadas (Sylvia atricapilla), bisbita arbóreo (Anthus trivialis), trepador azul (Sitta europaea), mirlo común (Turdus merula), lavandera blanca (Motacilla alba), jilguero europeo (Carduelis carduelis), petirrojos europeos (Erithacus rubecula), bisbita pratense (Anthus pratensis), mito (Aegithalus caudatus).

También otras aves como una perdiz roja (Alectoris rufa) y el relincho de un pito real (Picus viridis). Las rapaces las reseñamos al final, que fue en el último tramo cuando las avistamos.




Al término del cómodo trayecto por pista forestal por el que transcurre en su mayor parte la senda Ullibarri, se encuentra una cancela que hay que franquear para adentrarnos en el marojal. Delante de ésta había un gran charco que pasamos despacio y ayudamos a pasar a los niños para que no se empaparan.

A partir de aqui nos adentrábamos de lleno en el tupido bosque de melojos y el sendero se iba estrechando y embarrando por momentos. De todas formas el paisaje era precioso, todo lleno de hojarasca e impresionaba estar rodeados de tantas ramas desnudas y que estarán así hasta casi el mes de junio y es que el roble marojo es el tipo de roble que más tarde brota.

Después de atravesar por puentes el río Izki, que llevaba mucho caudal a tenor del invierno tan húmedo que hemos padecido y más con la nevada reciente, la senda Ullibarri terminaba llegando a un claro en el bosque, el topónimo llamado "El callejón", a partir de ahí seguiriamos la senda Arrieros durante unos pocos cientos de metros hasta vadear un arroyo y ascender levemente hasta llegar al desvío que conduce hasta el precioso e impresionante árbol singular objetivo y destino final de nuestra excursión.

Aunque cerca de la senda Arrieros, el viejo roble se encuentra escondido entre la espesura forestal de sus jóvenes vecinos. Enseguida llegamos hasta él admirándolo y sorprendidos por su peculiar porte lleno de nudos en el grueso tronco, ramas ascendiendo verticalmente buscando la luz y grandes grietas de su ajado tronco. 

 El "Roble Gordo", majestuoso, como un monumento natural, como testigo del paso del tiempo sobre el marojal. Ánte tal hermoso y singular ejemplar centenario solo quedaba mirarlo y remirarlo, inmortalizarlo en foto, para fijarnos en cada rugosidad de su tronco, en cada rama y sobretodo abrazarlo todos juntos rodeándolo para llenarnos de la energía positiva que nos regalan los árboles y de paso apreciar su gran perímetro.

Estuvimos allí unos cuantos minutos y luego emprender el regreso desandando el camino hasta el área recreativa situada a escasos 500 m. de Korres.  Pero no dejamos de contemplar a las pequeñas avecillas y escuchar sus cantos y las rapaces fue en ese intervalo cuando las observamos sobrevolar el firmamento de Izki. Ciclearon los buitres leonados (Gyps fulvus), la rapaz más numerosa del parque, aparecieron busardos ratoneros (Buteo buteo), pasó raudo un halcón peregrino (Falco peregrinus) y como colofón a esta bonita y productiva jornada , un águila culebrera (Circaetus gallicus) nos permitió observarla durante un cuarto de hora mientras reponíamos fuerzas con el almuerzo en el merendero del área recreativa.

Tras la sobremesa, nos fuimos despidiendo de nuestras hoy compañeras/os de excursión con la satisfacción de saber que habían disfrutado mucho y deseando que vuelvan a venir con nosotr@s.




No hay comentarios: