Con el lema "Humedales para nuestro futuro" se ha celebrado el Día Internacional de los Humedales. Como cada año, para SEO/BirdLife es un día señalado e importante, en el que recalcar y seguir sensibilizando a la ciudadanía de la gran importancia de la conservación de estos frágiles y cada vez más amenazados espacios naturales, fundamentales ellos y las especies que los habitan, como señala su eslogan " en su futuro está nuestro futuro ".
Por ello, como en otros tantos lugares del Estado, desde el Grupo Local SEO Betsaide nos sumamos a la celebración, organizando un recorrido guiado, por el humedal de Bolue, en Getxo y la vega de Lamiako, próxima a la Ría del Nervión.
La previsión del tiempo y el temporal de lluvia, viento y granizo de los dos últimos días nos hicieron dudar si suspender la actividad pero al final algunos compañeros decidimos acercamos ya que al mismo tiempo de la actividad del día de los humedales teníamos previsto realizar una revisión costera de aves orilladas (ICAO) por las playas de la zona.
El día amaneció frio y con lluvias pero como se suele decir “a mal tiempo buena cara” así que contentos marchamos hasta el humedal de Bolue. A pesar del tiempo tan desapacible aparecieron Borja y Diego, a los que nos encantó conocer y que agradecemos que vinieran con nosotros.
El temporal no fue tan fuerte como indicaban las previsiones y nos ofreció una breve tregua durante el recorrido, llegando incluso a aparecer tímidamente el sol y pudiendo disfrutar aun más de las aves. Fuimos bordeando parte del perímetro de la laguna hasta llegar al observatorio más amplio, que permite una visión de gran parte de la extensión del humedal.
Uno de los valores destacados de Bolue es su carrizal, que ocupa una buena parte de la laguna.
Valioso refugio para la avifauna de estos biotopos como los paseriformes asociados a esta vegetación como carriceros, carricerines, buscarlas.... A pesar del entorno que lo rodea, la fauna se sigue adaptando, pudiendo disfrutar de la presencia, como pudimos comprobar: Garceta común (Egretta garzetta), Zorzal común (Turdus philomelos), Cormorán grande (Phalacrocorax carbo), Cetia ruiseñor(Cetia ceti), Garza real (Ardea cinerea), Cuervo (Corvus corax), Cornejas negras (Corvus corone), Jilguero (Carduelis carduelis), Curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala), Pardillo (Carduelis cannabina), Bisbita común (Anthus pratensis), Gallineta común (Gallinula chloropus), Zampullín común (Tachybaptus rufficollis).
Valioso refugio para la avifauna de estos biotopos como los paseriformes asociados a esta vegetación como carriceros, carricerines, buscarlas.... A pesar del entorno que lo rodea, la fauna se sigue adaptando, pudiendo disfrutar de la presencia, como pudimos comprobar: Garceta común (Egretta garzetta), Zorzal común (Turdus philomelos), Cormorán grande (Phalacrocorax carbo), Cetia ruiseñor(Cetia ceti), Garza real (Ardea cinerea), Cuervo (Corvus corax), Cornejas negras (Corvus corone), Jilguero (Carduelis carduelis), Curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala), Pardillo (Carduelis cannabina), Bisbita común (Anthus pratensis), Gallineta común (Gallinula chloropus), Zampullín común (Tachybaptus rufficollis).
La especie que más activa e inquieta se mostró en esos momentos, el Martin pescador (Alcedo attis). En el extremo de una isleta de arbustos, se dejaba contemplar, unas veces exhibiéndose en la punta de una rama, otras agazapado, semioculto tras las trémulas hojas y entre unas y otras, mientras desviábamos la mirada hacia otras aves, desaparecía de su posadero, para casi al instante atravesar nuestro campo visual y volverle a ver en el mismo sitio.
Volviendo hacia al parking, en el cauce del río Gobelas, nadaban placidamente unos pocos Ánades reales (Anas platyrhynchos). Como se puede apreciar, es éste, un paraje con una muy interesante biodiversidad y buen bioindicador de la salud ambiental de la zona, con toda la importancia que conlleva el preservar estos pequeños reductos de naturaleza, auténticos pulmones para comarcas tan humanizadas como ésta.
De allí nos dirigimos a la cercana Vega de Lamiako, con sus dos ambientes diferenciados: zona de marisma junto a la desembocadura del citado río de Bolue, el Gobelas, con la presencia en esos momentos de Garceta común, Lavandera blanca (Motacilla alba), Lavandera cascadeña (Motacilla cinerea), Ánades azulones, y un amplio grupo de Estorninos pintos (Sturnus vulgaris), ocupando repartidos las ramas de un árbol.
el otro ambiente y tal vez el más destacado de Lamiako, por los ornitólogos, es su explanada o playa de lodos, extendiéndose en parte de la ría del Nervión.
Sin embargo el panorama era bien distinto al de otros días y ésta no ofrecía su aspecto habitual, sino que a causa del temporal que se había iniciado hace escasos dos días, el cauce de la ría se había elevado unos 3 metros - amenazando incluso con desbordarse- y por tanto la zona de lodos quedaba totalmente sumergida.
el otro ambiente y tal vez el más destacado de Lamiako, por los ornitólogos, es su explanada o playa de lodos, extendiéndose en parte de la ría del Nervión.
Sin embargo el panorama era bien distinto al de otros días y ésta no ofrecía su aspecto habitual, sino que a causa del temporal que se había iniciado hace escasos dos días, el cauce de la ría se había elevado unos 3 metros - amenazando incluso con desbordarse- y por tanto la zona de lodos quedaba totalmente sumergida.
Echando un vistazo desde el borde de la carretera se podía adivinar el lugar exacto de los limos de Lamiako, al sobresalir de la superficie, las piezas y pivotes de hierro que lo delimitan.
En uno de ellos dos Cormoranes grandes se apoyaban inmutables ante el caudaloso avance de la corriente fluvial. El vuelo de alguna gaviota reidora y las familiares patiamarillas fue lo último que anotamos de este lugar. Mientras comíamos sin perder ojo a la ria, recordábamos el momento en que el que hace dos años conseguimos observar a la gaviota Bonaparte.
El tiempo andaba muy revuelto, tuvimos de todo: viento, lluvia, granizo, nubes y claros y sol, y aprovechando este último, nos dirigimos a la playas de Getxo, con el fin de inspeccionarlas por si había aves orilladas y ver en que estado se encontraban después del temporal.
El oleaje era notable, pero no mostraba el aspecto amenazante del año pasado.
El agua muy turbia eso si y la playa por efecto de las riadas que han arrasado muchas zonas y riberas de ríos, se hallaba repleta de troncos, ramas y con multitud de basura, plásticos e incluso bombonas de butano. Ufff!!! Lo que se tira al mar el mar lo devuelve.
El agua muy turbia eso si y la playa por efecto de las riadas que han arrasado muchas zonas y riberas de ríos, se hallaba repleta de troncos, ramas y con multitud de basura, plásticos e incluso bombonas de butano. Ufff!!! Lo que se tira al mar el mar lo devuelve.
Terminamos el paseo llegando al Puerto Viejo de Algorta, donde en un pretil del muelle, se agrupaban 11 ejemplares de Vuelvepiedras (Arenaria interpres).
Con esta última especie anotada, dimos fin a la jornada, recuperando calorías, al temple de un reparador caldo en una taberna de sabor marinero.
Crónica: JJavier, Ana Mar
Fotografías: Arantza, Shanti, Ana Mar
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