nuestro grupo SEO-Betsaide. Y en esas estamos, aún con el paladar dulce de la reciente celebración de aniversario,
inaugurando nuestro planning anual de actividades con un fin de semana de disfrute (a pesar de la meteorología reinante)
observando en muy buena compañía las aves acuáticas invernantes en el Cantábrico, en esos dos puntos tan estratégicos
e importantes para las aves que son las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel y el puerto del Abra.
Como describimos, el panorama meteorológico se presentaba muy desapacible para estar al aire libre. Por ello, elegimos el día que a priori, las previsiones eran menos amenazadoras en la costa cántabra.
Como buenos conocedores de este espacio natural, planteamos siempre una rutina de emplazamientos y puntos de observación claves para el avistamiento de las distintas especies orníticas de estos ecosistemas.
En hábitats como éste, de caracter palustre y costero hay que tener en cuenta siempre el horario de las mareas que influye en la vida de su avifauna y mediante el cual podremos adecuar el planning de observaciones.
En las primeras horas de la mañana solemos empezar por el puerto y paseo marítimo de Colindres, un punto caliente del recorrido, uno de los lugares más productivos en cuanto a diversidad y cantidad de aves que se pueden contemplar ya que con la marea baja y el fondo de fango de la marisma al descubierto es el espacio de tiempo propicio para la contemplación de las especialísimas aves limícolas, que acuden en busca de gusanos poliquetos, larvas y pequeños moluscos que componen la base de su dieta. , resulta muy interesante la contemplación del devenir presuroso de sus ejemplares.
El "leiv-motiv" o lema cotidiano de los limícolas se podría resumir en correr, mirar, picotear y comer..
Esta parte de la marisma acoge una gran diversidad de especies tales como los que vimos: Correlimos comunes (Calidris alpina), zarapitos trinadores (Numenius phaeopus), chorlitos grises (Pluvialis squatarola), chorlitejos grandes (Charadrius hiaticula), andarríos chicos (Actitis hypoleucos), archibebe claro (Tringa nebularia), una treintena de ostreros (Haematopus ostralegus), agujas colinegras (Limosa limosa), zarapitos reales (Numenius arquata) y vuelvepiedras (Arenaria interpres).
Una buena retahila para empezar y decididos a seguir aumentando la lista, seguimos al 2º punto: el pólder de Escalante. Lo más destacado, a parte de la visión del siempre espectacular vuelo del halcón peregrino (Falco peregrinus), fueron los ánsares comunes (Anser anser), sus homólogos boreales: las barnaclas, en este caso una barnacla cariblanca (Branta leucopsis), ave migradora americana y norteeuropea pero escasa de ver en el invierno ibérico, por lo tanto una observación llamativa (son más habituales y numerosas las b.carinegras); seguimos con
un tarro blanco (Tadorna tadorna), hembra de aguilucho lagunero (Circus aeroginosus), decenas de zarapitos reales, un ánade azulón (Anas platyrhynchos), garcillas bueyeras (Bubulcus ibis) y una garza real (Ardea cinerea).
3º punto: Montehano. Desde las aledaños del monasterio de Montehano, en las cubetas que se forman por acumulación de sedimentos hay también una interesante representación de varias familias de aves: desde passeriformes como herrerillos comunes (Cyanistes caeruleus) y petirrojos europeos , en los arbustos del monasterio, el martín pescador (Alcedo atthis), los aviones roqueros (Ptyonoprogne rupestris) y la lavandera cascadeña (Motacilla cinerea) a las tipicamente acuáticas garza real, garcetas comunes, zampullines cuellinegros, cientos (ahora si) de barnaclas carinegras (a lo lejos, en la playa del Regatón, Laredo), andarríos chicos, archibebes claros, colimbo grande (Gavia immer), somormujo lavanco (Podiceps cristatus) y zarapito real.
Siguiente parada: el confortable observatorio de La Arenilla orientado a la parte más abierta de la marisma. Aqui nos encontramos con unos buenos amigos,
compañeros del Grupo Local SEO-Guadarrama, que se encontraban pasando el fin de semana por allí. Nos informaron que aqui estaban observando al eider común (Somateria molissima), una especie de ánade marino procedente del norte de Europa que inverna en la costa cantábrica y que se está expandiendo hacia el S. de Europa, llegando a criar algunos pequeños grupos. Pues fue llegar y en efecto , ahí estaba, delante del observatorio cerca del agua, en una lengua de tierra. Era un individuo macho adulto. Aqui anotamos la presencia de las gaviotas más abundantes: reidoras, patiamarillas y sombrías, gavión (Larus marinus) además de garceta común, hembra de aguilucho lagunero, zarapito real, mosquitero común y cormoranes grandes.
A la tarde, nos dirigimos a la pasarela de Cicero para aprovechar las últimas horas de luz y volver a contemplar limícolas, en este punto tan interesante que ofrece
una magnífica visión de los limos en la bajamar y donde es muy fácil observar a estas aves cuyas integrantes en ese momento fueron los chorlitos grises, los abundantes zarapitos reales, zarapitos trinadores, agujas colinegras, correlimos comunes, andarríos chicos, archibebes claros, chorlitejos grandes y las 3 especies de gaviotas reseñadas antes, que también se acercan a remover el fango en busca de los pequeños cangrejos marinos.
A las 18:00 h, la luz fue cayendo y emprendimos el regreso en cuanto empezó a llover.
Domingo 14: Para este día teníamos organizado recorrido visitando el Abra y humedal de Bolue. Volvimos a quedar con nuestros compañeros del GL. SEO-Guadarrama y recibimos y disfrutamos de la grata visita también de compañeros del GL.SEO-Barcelona. Como cada vez que venimos aquí informamos a todo el que se interesa en nuestra actividad sobre los protocolos de actuación que hay que seguir para realizar los ICAOs (Inspección Costera de Aves Orilladas) en caso de temporales, como asistir a las aves que lleguen vivas a la costa y como se realiza el conteo de las aves que lamentablemente perezcan.
En el Abra observamos desde el muelle de Ereaga, en la playa homónima y en el puerto las aves costeras y marinas siempre atentos por si conseguimos avistar alguna gaviota rara de allende los mares, procedente de latitudes norteamericanas que suelen aparecer por el Golfo de Bizkaia de año en año.
Es un buen lugar para aves insectívoras, como las que detectamos: herrerillos comunes (Cyanistes caeruleus), jilgueros europeos, jilgueros lúganos (Carduelis spinus), ánades azulones, en el río Gobelas, agachadizas comunes (Gallinago gallinago), semiocultas en el carrizal, un busardo ratonero (Buteo buteo), vigilando la zona y un mosquitero común.
Crónica y fotos: Ana Mar y J.Javier
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