A finales de septiembre y hasta principios de octubre, la naturaleza se llena de sonidos excitantes y estremecedores, comienza la Berrea, y son los humedales de Salburua testigos de este espectáculo natural.
Los ciervos machos adultos, frotan sus cornamentas contra los árboles hasta quitarse el terciopelo que las recubre. Escarban la tierra y marcan su territorio con la orina y braman, braman con toda sus fuerzas y elevan sus cuernas todos orgullosos para llamar la atención de las hembras, preparadas para concebir.
Al atardecer se puede escuchar el golpear de sus cuernas contra sus contrincantes, exhibición que realizan ante las miradas de las hembras, con la intención de mostrar su fuerza y su poder ante ellas. Finalmente, los ganadores serán los que puedan aparearse con un mayor número de hembras.
Una vez terminada la berrea los machos partirán solos al bosque a pasar el invierno, mientras las hembras, comenzarán su periodo de reproducción, 8 meses de gestación que dará fin sobre el mes mayo, En la primavera es cuando mayor alimento pueden obtener las ciervas para poder alimentar a sus crías y es por ello que adaptan su fenología reproductiva a estas fechas.
Crónica: Jjavier y Ana Mar.
Fotos: Pedro Pérez García
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