Páginas

lunes, 4 de febrero de 2019

DIA MUNDIAL DE LOS HUMEDALES 2019 (I). RECORRIDO ORNITOLÓGICO POR EL HUMEDAL DE BOLUE Y EL ABRA. Getxo (Bizkaia). 2 y 3-2-2019

Este año el rigor climático del invierno ha empezado con fuerza, gélidas temperaturas con muchos días con mínimas bajo cero y sucediéndose ciclogénesis explosivas y borrascas profundas en esta segunda quincena de enero. Despidiendo el mes, y para empezar la celebración de la primera de las fechas del calendario ambiental, nos topamos con una de estas perturbaciones de la "meteo" que hasta hace poco creíamos más propia de otras latitudes septentrionales.



No es otra cosa que los efectos del ya manido cambio climático, cada vez más perceptible e influyente en cualquier lugar del planeta. Estas manifestaciones, síntomas claros del impacto ambiental que estamos causando los seres humanos con la sociedad de consumo feroz en la que estamos inmersos, vienen muy a colación con el tema que dedicamos este año, desde las organizaciones conservacionistas al Día Mundial de los Humedales.





Con el lema #Protege tu agua, la celebración de este año va encaminada a concienciar de la importancia de proteger estos frágiles ecosistemas y fundamentales para la salud ambiental del planeta en cuanto a que gracias a estos espacios naturales no estamos tan indefensos ante las efectos del calentamiento global.


Conservando estas reservas de agua dulce, mitigamos las consecuencias del cambio climático y frenamos su gravedad ya que estos hábitats acuáticos tienen la propiedad de gracias al agua y a sus especies vegetales palustres de absorber una gran cantidad de CO2.


Los humedales son los biomas que mayor cantidad de este gas de efecto invernadero absorben.



Por ésto y sus múltiples beneficios y valores ecológicos.: frenar las riadas y avenidas de agua ocasionadas por las tormentas y épocas lluviosas, suavizan la temperatura, son reservas de agua dulce, hacen nuestras ciudades más saludables y sostenibles, mejoran nuestro bienestar y salud y atesoran una gran biodiversidad y resultan ser cuartel de invernada, refugio, lugar de cría y alimento muchísimas especies de fauna, sobretodo aves.



Como todo evento, este sería el objeto y presentación ¿el por qué se celebra este día? y en cuanto a la acción, correspondía como es habitual todos los años, realizar un recorrido ornitológico por el humedal de Bolue, en Getxo.


Durante el paseo avistamos 33 especies de aves:




Ánade azulón (Anas platyrhynchos), zampullín común (Tachybaptus rufficollis), paloma torcaz (Columba palumbus), gallinetas comunes (Gallinula chloropus), gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus), gaviotas patiamarillas (Larus michahellis), cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo), garza real (Ardea cinerea), garceta común (Egretta garzetta), focha común (Fulica atra),martín pescador (Alcedo atthis), milano real (Milvus milvus), cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) y herrerillo común (Cyanistes caeruleus), carboneros comunes (Parus major), mitos (Aegithalos caudatus) y agateador euroasiático (Certhia brachydactyla), reyezuelo listado (Regulus ignicapilla), cetia ruiseñores (Cettia cetti), mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita), currucas capirotadas y cabecinegra (Sylvia atricapilla) y (Sylvia melanocephala), respectivamente, petirrojos europeos (Erithacus rubecula), colirrojos tizones (Phoenicurus ochruros), tarabillas europeas (Saxicola rubicola), zorzal común (Turdus philomelos), mirlos comunes (Turdus merula), estorninos pintos (Sturnus vulgaris), lavanderas blancas (Motacilla alba), lavanderas cascadeñas (Motacilla cinerea), bisbitas comunes (Anthus pratensis), jilgueros europeos (Carduelis carduelis), urracas (Pica pica) pinzones vulgares (Fringilla coelebs), escribano palustre (Emberiza schoeniclus), jilguero lúgano (Carduelis spinus) y gorriones comunes (Passer domesticus). 



Después de las lluvias acaecidas en este mes, el pequeño humedal presentaba un buen caudal de agua, que alimentaban los regatos del valle de Bolue. En algunas partes se habían realizado trabajos de limpieza de vegetación, segando zonas de carrizal para que no se quede sin oxígeno la lámina de agua y evitar que se degrade.



Terminamos el itinerario en el puente sobre el río Gobelas para tras el almuerzo dirigirnos al puerto deportivo de Getxo, con el objetivo de observar  las aves marinas e intentar identificar entre las diferentes especies de gaviotas, alguna rareza americana que lleva invernando unos cuantos años en el Abra.


Nos referimos a la gaviota Delaware (Larus delawarensis), muy similar a la muy común gaviota patiamarilla, que presenta una mancha negra vertical en el pico, como detalle más diferenciador.


Conseguimos identificarla, en las aguas del puerto, rodeada de cientos de gaviotas reidoras, gaviotas patiamarillas, g.sombrías (Larus fuscus), g.cabecinegras (Larus melanocephalus). Cerca de este numeroso grupo que permanecía unido frente a las acometidas de los fuertes vientos de la borrasca "Helena", también estaban los representantes más grandes de estas aves: los gaviones atlánticos (Larus marinus) y fijándonos atentamente para seguir conociendo bien a la diversa familia Laridae y es que las gaviotas son sumamente complicadas de diferenciar bien especies y edad.




Dentro de ese bando de gaviotas atracadas en puerto, como los barcos, también buscamos y encontramos a la gaviota cana (Larus canus), una de las gaviotas de tamaño pequeño, y a la gaviota tridáctila (Rissa tridactyla), más escasas que sus vecinas las g.reidoras.












Poner el ocular hacia las gaviotas, no nos hizo olvidarnos de otras aves costeras, habituales de este lugar y su presencia fue haciendo la tarde interesante: somormujos lavancos (Podiceps cristatus), zampullínes cuellinegros (Podiceps nigricollis), vuelvepiedras (Arenaria interpres), correlimos oscuro (Calidris maritima), charranes patinegros (Thalasseus sandvicensis), cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo), cormoranes moñudos (Phalacrocorax aristotelis), garza real, garcetas comunes, garcilla bueyera (Bubulcus ibis), martines pescadores, petirrojo y mirlos comunes, lavandera blanca y gorriones comunes. 




La climatología se empezaba a poner brusca y el viento arreciaba, además de la tenue luz del ocaso que invitaba ya a guardar el material óptico y poner en común lo observado, acompañando la tertulia con un reconfortante café en una cafetería.


Al día siguiente, volvimos al puerto deportivo getxotarra y aprovechando que se empezaban a abrir claros en el cielo y el temporal nos daba una engañosa tregua, repetimos muchas de los avistamientos del día anterior, añadiéndo a la lista unicamente la presencia de un andarríos chico (Actitis hypoleucos).















Un sonar de teléfono nos avisaba de que una ballena rorcual, había sido arrastrada por las olas y que estaba malherida junto a la orilla en la playa de Sopela, sin más, marchamos rápidamente por si se necesitaba ayuda, aunque poco se podía hacer ya por el pobre rorcual, que falleció y su cuerpo quedó varado junto a la orilla. Con esta triste visión y recordando las aves avistadas terminamos nuestro fin de semana de celebración del día de los humedales en Bizkaia.



Crónica : Ana Mar y J.Javier
Fotos: Ana Mar.




No hay comentarios: