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jueves, 4 de diciembre de 2014

Excursión al Monte Betsaide y embalse de Urkulu (8/11/2014)



Hace dos años, durante el XXI Congreso de SEO del 2012 en Vitoria-Gasteiz, se gestó el que hoy es el Grupo Local SEO Betsaide(Alava/Bizkaia). En todo este tiempo teníamos una excursión pendiente, la de subir al lugar del que tomamos nombre, el monte Betsaide.  Este año tan especial para nosotros donde SEO/BirdLife cumple su 60 aniversario no podía faltar ir,  y allí nos dirigimos algunos miembros del grupo para dejar nuestro nombre en nombre de tod@s los compañeros del grupo en su cima, 
 

lugar este, donde en un solo mirar podemos contemplar la belleza de las tres provincias Vascas. Esta no ha sido una excursión más, ha sido una salida especial, un día entrañable, lleno de risas y emociones, sin duda un día para recordar.







Betsaide,  monte que a primera vista por su baja altitud (unos 550 m) no es un monte que llamaría la atención, 
es sin embargo un lugar emblemático para los montañeros vascos, que cada tercer domingo de septiembre homenajean a los montañeros muertos en accidente de montaña. 


Su cima limítrofe, la comparten los territorios vascos de Hegoalde (Alava, Bizkaia y Guipuzkoa). 




Entorno de gran belleza, rodeado de montes como el Tellamendi, Udalaitz
 y escoltado por el macizo del prominente Anboto, uno de los más paradigmáticos del montañismo vasco, que está muy entroncado en la cultura y mitología vasca: hogar de la divinidad Mari, la Dama de Anboto.




El día 8 de noviembre salimos por la mañana compañeros procedentes de Bizkaia, Araba y Gipuzkoa y Cantábria.

 Ya por la carretera empezamos a realizar nuestro primer recuento de milanos reales y una vez que llegamos a la explanada que precede a la cumbre, presidida por las enormes y vanguardistas esculturas creadas en 1990 por el artista japonés Yoshin Ogata, nuestros ojos se perdían en todos los puntos intentando encontrar al autor de tan bonito canto nuestro inseparable petirrojo (Erithacus rubecula) 


Subimos unos pocos metros más hasta el vértice geodésico y mojón de la muga entre la vertiente alavesa, orientada al S-SE-SO, la bizkaitarra, orientada al N-NO-SO y la de Gipuzkoa, orientada al N-NE-SE. Allí, junto al mojón se encuentra enclavado el monumento en recuerdo y homenaje a los montañeros vascos fallecidos. Fue erigido en el año 1954, hermanándose las Federaciones Vasca y Española de Montaña. El destino, como una confabulación con las aves que tanto admiramos, a buen seguro que mediaron para que la naturaleza hiciera cumplir una casualidad que nos une como fuerza telúrica a este lugar. En el mismo año 1954, se fundó SEO-BirdLife.




Y como no hay mensaje sin mensajero, uno de sus protagonistas apareció: el Milano Real, los Milvus milvus, que tan significativos son para l@s integrantes de SEO-Betsaide, por los muchísimos entornos y parajes por los que les hemos estado buscando y observado en los censos de estos 2 años, siguiendo sus vuelos y escorzos, recorriendo con ellos, las cuadrículas para realizar los censos de milanos reales invernantes y milanos reales reproductores.




Pero no solo el milano real, acudió a nuestra cita; el Buitre leonado ( Gyps fulvus ), giraba con las térmicas, cantaron el Herrerillo capuchino ( Lophophanes cristatus ) y Bisbita pratense (Anthus pratensis ), que también quiso ser observado, como el Petirrojo europeo (Erithacus rubecula) , Zorzal charlo (Turdus viscivorus), Corneja negra (Corvus corone) y un numeroso bando de cientos de Palomas torcaces (Columba palumbus).

De allí, en torno a la hora de las viandas nos dirigimos al embalse de Urkulu, sito muy cerca de la localidad guipuzcoana de Aretxabaleta, a pocos kilómetros de donde nos encontrábamos.



Hubo más señales, el buen clima, después de una semana en la que el melancolía otoñal, en forma de lluvia insistente y diaria, se despertó de su siesta de octubre veraniego, Mari se hacía patente en cada recodo, en cada luz y en cada soplido y nos ofreció el día perfecto antes de volver a su morada en las cuevas de Anboto.



El embalse de Urkulu, 

 era un lugar encantador para nuestra comida de hermandad y compadreo, 



pasamos una tarde deliciosa dando un paseo por el recorrido perimetral de 6,5 km del bidegorri que circunda el pantano, 





 

un embalse rodeado de bonitas montañas, salpicados de praderas y campiñas y bastante bien acondicionado para la contemplación ornitológica, con varios miradores con pasarela hasta la orilla
 y e incluso un observatorio elevado. 




La actividad de paserines, era bastante abundante, revoloteando multitud de ellos entre los setos, matorrales, arbustos y demás floresta que se ubica en algunas zonas cercanas al agua: Jilgueros (Carduelis carduelis), Urraca (Pica pica) , Busardo ratonero (Buteo buteo), Corneja negra (Corvus corone), otro Bisbita pratense cantando, Petirrojos, muy confiados , mostrando su pechera henchida , unos cuantos Estorninos pintos (Sturnus vulgaris) , el canto de un Jilguero Lúgano (Carduelis spinus), Mirlos comunes (Turdus merula), Escribano soteño (Emberiza cirlus), con sus refulgentes listas amarillas de la cara, Mitos ( Aegithalos caudatus ), Lavanderas blancas ( Motacilla alba ), Fochas comunes (Fulica atra) y Anades azulones (Anas platyrhynchos) a menudo bañándose en el agua, Somormujos lavancos (Podiceps cristatus ) ya con el plumaje invernal, un Cuervo (Corvus corax) y de nuevo un Herrerillo capuchino y otro Milano real.



La tarde iba cayendo y con las últimas luces del ocaso Llegamos al punto de partida,


 y con esto, concluímos entre abrazos   una jornada en la que Mari puso el lugar y el Sol, nosotr@s, las risas, alegrías y emociones y nuestras amigas las aves hicieron el resto.



Fotos de Arantza Ansotegui, Pedro Mari Arregui, Angel Ruiz Elizalde, Pedro Perez y Ana M. Montoya

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