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sábado, 11 de septiembre de 2021

Marcha montañera reivindicativa desde Aberásturi hasta los montes de Okina , contra el proyecto de megaparques eólicos en Álava-Araba. 11-9-2021

Como ya hicimos el mes pasado, ayer sábado 11 de septiembre participamos en otra marcha montañera organizada por la plataforma Arabako Mendiak Aske, para seguir entre todos, reivindicando la protección y conservación de nuestros montes y espacios naturales, frente a la amenaza que se cierne desde las compañías eléctricas, amparadas por los gobiernos, en forma de megaproyecto de parques eólicos en Álava-Araba.

Para esta 4ª salida, el punto de inicio elegido fue el pueblo de Aberásturi, a muy pocos kilómetros de Vitoria-Gasteiz. La hoja de ruta prevista era un itinerario por los montes de Okina, parte oriental de los montes de Vitoria, hasta llegar al monte Kastainarri.

El entorno natural de los Montes Altos de Vitoria es de gran valor ecológico y posee desde el 2015 la figura de protección ZEC (Zona de Especial Conservación).
 
 
Amaneció el día con temperaturas muy frescas y envuelto en una espesa niebla. A las 10:15 h. los participantes allí congregados iniciamos la marcha. Una vez más el animoso ambiente de los excursionistas caldeó la húmeda y fría mañana en la que solamente 4 gorriones comunes aparecieron para comenzar con nosotrosla marcha.
 




Conforme nos íbamos alejando del pueblo, se podía apreciar, el paisaje que se extendía a su alrededor: zonas de cultivos, dado que la localidad se haya situada en el confín sur de la comarca de la Llanada Alavesa y que dan paso a un ecosistema eminentemente forestal, el que ofrecen las estribaciones de los mencionados Montes Altos de Vitoria. 
 



Tras una muy breve parada de reagrupamiento, proseguimos adentrándonos en la cara norte de este valioso espacio natural, protagonizado botánicamente hablando por un extenso dosel arbóreo autóctono de hayedos (Fagus sylvatica) además de otras especies forestales y arbustivas como robles comunes (Quercus robur), avellanos (Corylus avellana), arces campestres (Acer campestris), espinos albares (Crataegus monogyna), acebos (Ilex aquifolium), cornejos (Cornus sanguinea), entre otros... , siendo sobre todo estas especies, las que aparecen en las cotas más bajas de estos montes, a ambos lados del sendero.
 
Paulatinamente y de manera suave el sendero iba ganando altura, predominando ya claramente el bosque de hayas, ofreciéndonos a los senderistas rincones de gran belleza, con multitud de ejemplares de hayas de gran porte y grueso tronco. Como suele ser habitual en este tipo de forestas, sobre todo si no son mixtos, no hay apenas sotobosque hecho que hace que no sea un tipo de bosque donde no hay mucha diversidad de aves, ya que multitud de passeriformes habitan entre la densidad de los arbustos, matorrales y zarzas que crecen en otros bosques caducifolios. 
Mientras ibamos avanzando y aún sin haberse disipado la niebla, pudimos observar e identificar el fugaz paso por encima de los árboles, de un gavilán (Accipiter nisus), uno de los depredadores más temidos por las aves passeriformes junto con su pariente mayor el azor, el llamado "pirata de la espesura", que denominaba Félix Rodriguez de la Fuente.
En apenas un par de segundos, dio tiempo a vislumbrar su silueta en vuelo, con la parte anterior de las alas y su plumaje de pecho y vientre blanco barrado de manchas grises. 


        
 
Desde lo alto de este collado se podía apreciar claramente una de los fenómenos climáticos más típicos que se da en las montañas del País Vasco, pero que no es exclusivo de aqui, claro está: el denominado Efecto Foehn, que se produce de la siguiente manera: la humedad y las nubes cargadas de agua procedente de la costa cantábrica, penetran por el interior de la geografía vasca y al toparse con las montañas orientadas de Este a Oeste, las corrientes de aire las van elevando y condensándose la carga húmeda que llevan a medida que suben en altitud y cuando chocan con la barreras montañosas descargan en forma de lluvia o nieve en su cara norte, para luego superar las montañas y proseguir hacia el sur pero entonces las nubes se encuentran ya sin apenas humedad.
 
Por lo tanto mientras en la cara norte de nuestros montes esté lloviendo, en la cara sur puede estar haciendo un sol de justicia. Esto determina mucho el tipo de vegetación. En las laderas orientadas al norte o de umbría crecen especies habituadas a la humedad: hayas, robles comunes, etc.., por contra en las laderas orientadas al sur, crecen especies de áreas más secas y calurosas: encinas, quejigos, etc..







Hacia el mediodía llegó todo el grueso del pelotón de excursionistas, momento en que hicimos la parada técnica para el avituallamiento y foto grupal para inmortalizar y visibilizar el evento.


En una zona de tanta importancia como ésta a nivel de biodiversidad, de una vegetación autóctona exhuberante y con tanta riqueza en fauna y flora y un uso sostenible de los recursos naturales por parte de las explotaciones ganaderas, la implantación de las gigantescas torres eólicas supondría la destrucción y pérdida de un patrimonio natural, fundamental de nuestro territorio y una auténtica joya de nuestra naturaleza.






 
 
Finalmente tras 6 km. de andadura, en 2 horas llegamos a la cumbre del pequeño monte Kastainarri (903 m.), muy cerca del empinado puerto de Okina. Desde esta cima, el panorama que se abría ante nuestros ojos era espléndido y de una gran belleza. Una visión de 360º en la que se podían contemplar este pequeño macizo montañoso que son los Montes Altos de Vitoria junto con otras sierras aledañas como los Montes de Iturrieta, la Sierra de Entzia y los montes de Izki. Unos parajes que conforman una enorme extensión forestal de altísimo valor ecológico y que alberga también ecosistemas de pastizales montanos, pequeñas zonas húmedas en forma de charcas, roquedos y matorrales mediterráneos.

Asimismo constituye una gravísima amenaza para las poblaciones tanto de aves migradoras como sedentarias, sobre todo para las grandes aves como las rapaces y otras aves planeadoras, por encontrarse el territorio vasco y concretamente la geografía alavesa en plena ruta migratoria de las aves en su periplo por la Península para alcanzar el paso del Estrecho de Gibraltar y proseguir su viaje a las tierras de los trópicos africanos donde se instalarán en sus áreas de invernada.


 
Las grandes rapaces tanto migradoras como sedentarias que eligen nuestro territorio como lugar de paso y también de zona de campeo, cría o depredación, son altamente perjudicadas por la implantación de los parques eólicos, pereciendo en alto número de individuos de buitres leonados, alimoches, culebreras europeas, aguilillas calzadas, busardos ratoneros, milanos y también pequeñas aves como golondrinas y alondras e incluso otros animales voladores como los murciélagos.

Este fue el tema del manifiesto que los organizadores leyeron para concienciar a la sociedad de lo insostenible y perjudicial que resultaría para nuestra naturaleza que se llevara a cabo dicho proyecto. Mientras sus palabras y mensaje calaban en la sensibilidad de los allí presentes, un grupo de una veintena de aviones comunes (Delichon urbicum) efectuaba incesantes vuelos alimentándose de insectos y se iban agrupando preparándose para su inminente viaje migratorio. Más arriba, en el firmamento cicleaba una docena de buitres leonados (Gyps fulvus) .

Tras la alocución y la entrega de la makila al representante de Salinas de Añana, localidad desde la que se iniciará la siguiente marcha, se dio colofón a esta cuarta salida, desandando nuestros pasos para regresar al punto de partida.

¡ BABESTU MAITE DUZUN MENDIA !

¡ PROTEGE EL MONTE QUE AMAS !



¡ RENOVABLES SI PERO NO ASÍ !

¡MENDIAK EZ DAUDE SALGAI ! 


Muchas gracias por la atención.

Texto,
J.Javier Frías y Ana Mar
fotos e ilustración del panfleto : J.Javier Frías

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